lunes, 11 de enero de 2010



En mi infancia, siempre me acompañaron…











Muñecas de trapo. Mi preferida era una bailarina que hiso mi abuela para mí. Tenía un turbante y las piernas hechas en seda estampado que había sobrado de una blusa. Y un tutú rojo.    Hace unos años, cuando nació mi primera sobrina, Malena, empecé a hacerlas yo también. Y ahora, cada vez que nace un niño en mi familia, incluyo uno de estos juguetes en tela en su ajuar.

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